viernes, 23 de marzo de 2012

Tal y como os anunciamos la semana pasada aquí está la solución al acertijo de las “Eminencias”

La semana pasada os proponíamos una adivinanza para estimular el pensamiento, con un ejemplo cotidiano de como el lenguaje nos hace interpretar la realidad y nos lleva, en muchos casos, a no ver una respuesta que por otro lado es muy evidente, una vez que la sabes.

La adivinanza era:

Antonio, padre de Roberto, un niño de 8 años, sale conduciendo su auto desde su casa en Madrid en dirección a Valencia.

Roberto, va con él.

En el camino ocurre un terrible accidente. Un camión, que venía en sentido contrario se sale de la autopista y embiste de frente al auto de Antonio.

El impacto mata instantáneamente a Antonio, pero Roberto sigue con vida.

Una ambulancia del hospital de emergencias de Valencia llega casi de inmediato, advertida por quienes fueron ocasionales testigos, y el niño es trasladado al hospital.

No bien llega, los médicos de guardia empiezan a tratar al niño para intentar salvarle la vida pero, tras intercambiar opiniones y estabilizar sus funciones vitales deciden que la condición de Roberto es muy grave. Necesitan consultar. Además, advierten el riesgo de trasladar al niño a otro hospital y por eso deciden dejarlo internado allí, en Valencia.

Después de una junta de médicos se comunican con el Hospital de Niños de Madrid y finalmente conversan con una eminencia en el tema a quien ponen en conocimiento de lo ocurrido. Como todos coinciden que lo mejor es dejar a Roberto en Valencia, la eminencia decide viajar directamente de Madrid hacia allá. Y lo hace.

Al llegar la eminencia los médicos que lo trataron le presentan el caso y esperan ansiosos su opinión.

Finalmente, uno de los médicos pregunta:

- ¿Cree usted estar en condiciones de salvar al niño?.

Y obtiene la siguiente respuesta:

- ¡Cómo no lo voy a salvar, haré todo lo posible, si es mi hijo!



SOLUCIÓN
Lo notable de este problema es lo sencillo de la respuesta. Más aún, pensarás ¿cómo es posible que no se me haya ocurrido? (a los que acertasteis Enhorabuena, no os habéis dejado llevar por los estereotipos, cosa nada fácil.)

La solución es que la eminencia de la que se habla es LA MADRE de Roberto. Pero tenemos tan interiorizado la idea que las ‘eminencias’ son solo hombres que no se nos ocurre que pueda haber sido una mujer.

Y esto va más allá de que puestos ante la disyuntiva explícita de decidir si una eminencia puede o no ser una mujer, nadie dudaría en aceptar esa posibilidad, sea uno mujer u hombre.

Pero si no es explicito, es más fácil que caigamos en los estereotipos y que los prejuicios afloren, por eso no siempre se nos ocurre la respuesta correcta. De ahí la importancia de hacerlo explicito con el uso del lenguaje inclusivo, para que en un futuro, hombres y mujeres, hayamos desterrado estereotipos sexistas que a veces directamente otras de forma indirecta, dificultan y reducen las opciones de muchas mujeres y niñas en el mundo.

En cualquier caso, no es necesario sentirnos mal si no hemos acertado, pero sirva esto de ejemplo para todos/as aquellos/as que creen que el uso del lenguaje no afecta al pensamiento o influye en nuestra visión del mundo y a los/as que creen que no significa nada cuando “sin darnos cuenta” o por comodidad, decidimos excluir a más de la mitad de la población del planeta cuando hablamos, escribimos o decidimos sobre las políticas de un país o región.

Creemos que es un ejercicio muy interesante para analizar nuestros propios prejuicios y laberintos internos, al margen de nuestro género y os animamos a seguir buscando formas de indagar en la propia percepción del mundo, y de los estereotipos y hábitos que en nuestro día a día sin darnos cuenta hacen acto de presencia.

Como dijimos, todos los correos que han entrado hasta hoy día 22 de marzo recibirán la última publicación de la Plataforma en pdf, un libro de cuentos titulado “La revolución de los cuidados”, que próximamente estará en nuestra web, una propuesta de cuentos y actividades para acercar a los más pequeños y pequeñas la reflexión sobre que significa cuidar, como vivimos los cuidados y como repartimos en nuestra sociedad las tareas de cuidado, valorando las implicaciones que esto supone para el desarrollo en condiciones de igualdad de mujeres y niñas.

¡Muchas gracias a todas las mentes inquietas que habéis participado!

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