Os proponemos una adivinanza, que nos parece muy interesante para estimular el pensamiento con un ejemplo cotidiano de como el lenguaje nos hace interpretar la realidad y nos lleva en muchos casos a no ver una respuesta que por otro lado es muy evidente, una vez que la sabes.
Participa y envíanos, antes del jueves 22 de marzo, la respuesta que crees correcta, al correo electrónico a info@mueveteporlaigualdad.org.
Una vez publicada la solución os enviaremos vía e-mail, en primicia, a todos/as los/as participantes, un ejemplar en pdf de la nueva publicación de la Plataforma, que aún no hemos hecho pública y que próximamente estará disponible en nuestra WEB.
Esta publicación es un libro de cuentos titulado “La revolución de los cuidados”, una propuesta de cuentos y actividades para acercar a los más pequeños y pequeñas la reflexión sobre que significa cuidar, como vivimos los cuidados y como repartimos en nuestra sociedad las tareas de cuidado, valorando las implicaciones que esto supone para el desarrollo en condiciones de igualdad de mujeres y niñas.
Ahora si te dejamos la adivinanza y unas pistas al final:
Antonio, padre de Roberto, un niño de 8 años, sale conduciendo su auto desde su casa en Madrid en dirección a Valencia.
Roberto, va con él.
En el camino ocurre un terrible accidente. Un camión, que venía en sentido contrario se sale de la autopista y embiste de frente al auto de Antonio.
El impacto mata instantáneamente a Antonio, pero Roberto sigue con vida.
Una ambulancia del hospital de emergencias de Valencia llega casi de inmediato, advertida por quienes fueron ocasionales testigos, y el niño es trasladado al hospital.
Cuando llega, los médicos de guardia empiezan a tratar al niño para intentar salvarle la vida pero, tras intercambiar opiniones y estabilizar sus funciones vitales deciden que la condición de Roberto es muy grave. Necesitan consultar.
Además, advierten el riesgo de trasladar al niño a otro hospital y por eso deciden dejarlo internado allí, en Valencia.
Después de una junta de médicos se comunican con el Hospital de Niños de Madrid y finalmente conversan con una eminencia en el tema a quien ponen en conocimiento de lo ocurrido. Como todos coinciden que lo mejor es dejar a Roberto en Valencia, la eminencia decide viajar directamente de Madrid hacia allá. Y lo hace.
Al llegar la eminencia los médicos que lo trataron le presentan el caso y esperan ansiosos su opinión. Finalmente, uno de los médicos pregunta:
- ¿Cree usted estar en condiciones de salvar al niño?.
Y obtiene la siguiente respuesta:
- ¡Cómo no lo voy a salvar, haré todo lo posible, si es mi hijo!
Bien, hasta aquí la historia. Ahora es la hora de pensar la manera en que esta historia tenga sentido. No hay trampas, no hay nada oculto.
Además os dejamos un par de pistas:
a) Antonio no es el padrastro.
b) Antonio tampoco es un cura.
RECOMENDAMOS DEJAR LA MENTE EN BLANCO Y DEJAR DE LADO LOS PREJUICIOS PONIENDO A TRABAJAR LA IMAGINACIÓN.
La próxima semana publicaremos la solución al acertijo.
viernes, 16 de marzo de 2012
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